Baker Boy, un rapero de la etnia Yolngu, arrasó en los premios de la industria musical australiana.
La ceremonia donde fueron laureados artistas locales como Tones and I, The Kid Laroi, Rüfüs Du Sol y Luude, rindió un merecido tributo a Olivia Newton-John. Mientras, Harry Styles se llevó el trofeo como Mejor Artista Internacional.